Los funcionarios deben redoblar los esfuerzos para llegar a las víctimas del terremoto
El Líder Supremo de la Revolución Islámica, Su Eminencia el Ayatolá Seyyed Ali Jamenei llegó a Kermanshah en las primeras horas del lunes, en un viaje no anunciado para visitar las regiones afectadas por el terremoto.
El Líder Supremo llegó inicialmente a la ciudad de Sarpol-e-Zahab e inspeccionó las áreas dañadas.
Luego se dirigió durante unos minutos ante la gente afligida y afectada de Sarpol-e-Zahab, diciendo: «gente amable y leal, me hubiese gustado mucho viajar a vuestra ciudad en momentos de alegría, lozanía y vivacidad en vuestros corazones, no en una situación en la que estáis sufriendo la amargura y adversidad de un suceso trágico y desgraciado de grandes proporciones».
Expresando su simpatía con todas y cada una de las personas en las devastadas ciudades y pueblos, el Líder de la Revolución Islámica agregó: «vuestro dolor ha llenado nuestros corazones de tristeza y ha afligido nuestros pensamientos».
El Ayatolá Jamenei se refirió a los actos de resistencia, capacidad de recuperación y sacrificio de la gente de la provincia de Kermanshah durante la Defensa Sagrada (la guerra impuesta por Irak a Irán) en la década de 1980, y reiteró: «gente amable y leal, esta no es la primera vez que vuestra ciudad y pueblos circundantes han sido golpeados por tales infortunios; ya antes habéis demostrado vuestro temple, perseverancia y combatividad frente al dolor y el sufrimiento durante la Defensa Sagrada, de la misma manera en que hoy lo estáis demostrando».
«Las personas grandes y valientes se enfrentan a los desastres y superan las calamidades con determinación; por lo tanto, aunque un terremoto es una gran catástrofe y desgracia que devasta y aflige a todos con su destrucción, este mismo terremoto puede convertirse en una bendición como resultado de la resistencia de la gente y sus luchas por la revivificación, construcción y desarrollo», agregó.
Su Eminencia destacó la posibilidad de superar los desastres naturales e impuestos, a través de la resistencia contra los males y la utilización de los grandes potenciales y recursos de la nación, y agregó: «este incidente movilizó a la nación iraní y a personas de todo el país, que sintiendo que sus corazones están con Kermanshah y que están en deuda con Kermanshah, llevaron a cabo su responsabilidad de proporcionar ayuda lo mejor que pudieron».
Asimismo, el Líder Supremo de la Revolución Islámica agregó: «en este desastre, los funcionarios, particularmente en ciertos sectores, se han destacado de muy buena manera, y han luchado y esforzado desde las primeras horas del incidente. Además, con una contribución efectiva, el Ejército en las ciudades y el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica en las aldeas, se apresuraron a ayudar a las personas atrapadas bajo los escombros, sin embargo no estoy satisfecho con este nivel de esfuerzo; por lo tanto, los funcionarios de los diversos sectores deben redoblar sus esfuerzos».
El Ayatolá Jamenei invitó a la gente a esforzarse por reconstruir la región y un futuro mejor, y agregó: «poned vuestras esperanzas en vuestras propias fuerzas, esfuerzos y poder, y construid una vida feliz y briosa confiando en el honor que Dios os ha otorgado».
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